viernes, 9 de octubre de 2015

Lunático espectáculo de barraca




Acabo de ver una versión coloreada y restaurada en el año 2011 de la obra de Georges Méliès realizada en 1902 y con la que dio comienzo la idea del cine como gran espectáculo narrativo y, en este caso, en concreto dará comienzo a un género, el de la ciencia ficción. Méliès intentó sacar el cine de las barracas de feria para convertirlo en lo que actualmente es:  un espectáculo de masas,

Evidentemente, lo consiguió. La versión que he visto en eso opción tan amplia tan agotadora es la de 2011 que fue reestrenada en Cannes en un programa doble junto al documental "Le Voyage Extraordinaire". La versión restaurada y en color del cortometraje de 1902 incluía además escenas extra y otra banda sonora. 

Le Voyage dans la Lune (titulada Viaje a la Luna en español) es una película francesa de 1902, dirigida por el director francés y mago Georges Méliès (1861-1938) en blanco y negro, muda y es la primera película de un género nuevo y que tendrá futuro, el de ciencia ficción, o como la llama Terenci Moix de "la fantasía cinematográfica.

El guion, escrito por el director y por su hermano mayor Gaston Méliès, está basado en dos novelas: De la Tierra a la Luna / "From the Earth to the Moon" (1865) del escritor de Nantes, Jules Verne, y Los primeros hombres en la Luna / "First Men in the Moon" (1901) de H. G. Wells. Como destaca Guillermo Cabrera Infante en "Cine o Sardina" con esta película comienza la relación entre el cine y la literatura.

La primera película de ciencia-ficción de la historia fue obra de la imaginación del director francés, un auténtico pionero, y el resultado es un cortometraje de 14 minutos de duración realizado con el astronómico presupuesto para la época de 10.000 francos. Era el punto culminante de la obra de este mago de barraca, y suponía su película número 400 y abría al mundo del cine una nueva puerta para contar historias fantásticas y de ciencia-ficción mediante el uso de trucos y efectos especiales. Su estreno tuvo lugar el 1 de septiembre de 1902 , aunque no tengo claro que lo hiciera en su teatro, el teatro de las Ilusiones . conocido  también por el teatro Robert Houdin ( del que era dueña la viuda del mago) con 160 localidades que dará más tarde a su gran imitador: el Gran Houdini como dice Terenci Moix en su Historia del Cine es el prestidigitador.

Según he leído los 10.000 francos proceden de su productora, la  Star Film - fundada por su primera película "Partida de cartas" y representada por una estrella negra de cinco puntas-  y la para su realización contó con un reparto formado por el mismo Georges Méliès como el Profesor Barbenfouillis, Henri Delannoy como el capitán de la nave espacial, Bleuette Bernon como la dama en la luna, y junto a ellos Jeanne d'Alcy, Victor André, Brunnet, Depierre, Farjaut como uno de los astrónomos y Kelm como otro. Méliès intentó distribuir comercialmente el filme en Estados Unidos. La formula ideada por Méliès que era el de la venta de cada copia al exhibidor - frente al modelo de sus competedores Charles Pathé y Leon Gaumont que era el de alquiler de sus películas- , fracasó ya que los técnicos que trabajaban para Thomas Alva Edison lograron hacer copias del filme y las distribuyeron exitosamente por todo el país obteniendo grandes ingresos. A pesar de que fue un éxito, Méliès no recibió dinero por su explotación. 

La película se plantea como cuatro o cinco grandes escenas. La primera de las mismas tienen que ver con la preparación del viaje. Para este comienzo Méliès cuenta con una multitudinaria y larga conferencia de astrónomos, en la que el presidente de la reunión, el profesor Barbenfouillis (interpretado por Georges Méliès) propone su plan de enviar hombres a la Luna impulsados por un gran cañón, y conseguir con ella in viejo sueño de la humanidad: viajar a la Luna. El plan del profesor despierta una acalorada discusión en la que otros cinco hombres se presentan voluntarios para acompañarlo y salen de la sala vitoreados por sus colegas. El segundo plano entra fundiéndose con el primero.

En él se presenta la llegada de los futuros viajeros al diseño y construcción de una cápsula espacial en forma de obús. Los astrónomos revolotean asombrados entre la estructura a medio montar.

El tercer plano entra también en fundido y muestra los tejados de la ciudad, donde los astrónomos tratan de observar el firmamento, cubierto por el humo de las fábricas.

El cuarto plano entra también con un fundido y muestra una segunda vista de los tejados, donde el cañón está ya preparado para recibir a los astronautas. Éstos llegan, llega el obús, los astrónomos entran en él y el obús es introducido en el cañón. Un corte lleva al quinto plano, donde el cañón es disparado.Los seis valientes astrónomos son lanzados al espacio por un cañón gigante.

La cápsula es expulsada hacia la Luna. Un fundido nos lleva al sexto plano, el más conocido: La Luna se acerca a la cámara en un travelling inverso. Una sobreexposición cambia el dibujo de la Luna por un rostro humano maquillado ("interpretado" por Bleuette Bernon quien, probablemente sin saberlo, vio convertido su rostro en una de las imágenes de mayor importancia en la historia del cine). Un corte cambia a la imagen tan conocida: el rostro de la luna con el obús clavado en su ojo.

El segundo momento de la película es la llegada a la Luna. Esta se produce con un nuevo fundido nos lleva al séptimo plano, en el que vemos a obús caer en la Luna y abrirse para dejar salir a los astrónomos vestidos con sus elegantes levitas y sombreros y portando paraguas. Una vez salen los astrónomos de la cápsula y ven que la nave ha colisionado, pero aterrizado con seguridad en el satélite, los exploradores salen de la cápsula y miran la gran distancia entre la tierra y el territorio en el que se hallan, exhaustos por el largo viaje, estos desenrollan sus mantas y duermen.

Un corte en el plano hace desaparecer el cohete el movimiento de los elementos del decorado finge un cambio de perspectiva y un nuevo absurdo: vemos salir la Tierra sobre el horizonte. Todavía en este séptimo plano vemos a los astrónomos echarse a dormir en la Luna tapados con sus mantas y un cometa cruza el cielo; las estrellas de la Osa Mayor muestran rostros humanos y Febes y Saturno hacen nevar sobre los aventureros, que se ven obligados a refugiarse bajo la superficie de la Luna.

Mientras duermen, un cometa pasa y la Osa Mayor aparece, cada estrella posee una cara humana, el viejo Saturno se inclina fuera de una ventana en su planeta anillado y Febe, diosa de la Luna, aparece sentada en un oscilación de una Luna creciente. Febe provoca una gran tormenta de nieve, que obliga a los astrónomos a buscar refugio y calor. Un fundido nos lleva al plano octavo, donde se puede ver el interior de la Luna, donde corren ríos, crecen extrañas plantas y un paraguas clavado en el suelo se convierte gracias a un hábil corte en una seta gigante que crece frente a los astrónomos.

La siguiente situación viene dada por la lucha con los selenitas o habitante de la Luna. En este mismo plano octavo aparece un selenita que se comporta de forma extraña y ataca a los astrónomos. Éstos se defienden y, de un golpe de paraguas, lo hacen desaparecer en medio de una nube de humo. Aparece un segundo selenita que es igualmente volatilizado y, después, una horda de ellos que hace huir a los astrónomos.

Un corte nos lleva al noveno plano, donde vemos a los astrónomos capturados y llevados frente al líder selenita en su ciudad.

Uno de los astrónomos se libera y ataca y mata al líder selenita, lo que les permite huir. Un fundido al décimo plano, que nos muestra a los astrónomos huyendo de sus perseguidores. La tribu de selenitas le presenta a su líder y el jefe de la tripulación mata a éste. De este modo, logran escapar de vuelta a la cápsula, mientras son perseguidos por los selenitas. Cinco de los astrónomos entran en la cápsula y el último utiliza una cuerda para inclinar la cápsula sobre la Tierra. Los selenitas intentan agarrar la cápsula a última hora y la empujan.

Tras esto se produce el regreso a la Tierra. Un nuevo fundido nos lleva al undécimo plano. En él vemos a cinco de los astrónomos montarse en la cápsula, que ahora está al borde de un barranco, mientras el sexto se cuelga de una cuerda en su extremo, lo que lo desequilibra y lo hace caer hacia la Tierra, llevándose consigo a un selenita aferrado a él.

El décimo segundo plano nos muestra la caída del obús y el décimo tercero su caída al mar. El décimo cuarto muestra al obús hundiéndose en el fondo del mar y volviendo a salir a flote. Un fundido nos lleva al décimo cuarto plano, en el que se ve a un barco transportar a remolque el obús hasta un puerto.

El décimo quinto plano nos muestra la llegada de los astrónomos y su obús a la ciudad, donde son agasajados y condecorados y el selenita llevado capturado. Cabe hacer notar que el obús lleva en su parte inferior el logotipo de Star Film, la productora de Melies. Un corte nos lleva al décimo sexto y último plano, donde se continúa con las celebraciones.

Parece ser que existen dos finales: en uno, la historia finaliza con la llegada a la Tierra. En el otro, uno de los selenitas aparece en medio del festejo y se muestra amaestrado, sometido por una cuerda en su cuello para luego mostrar una estatua donde un astrónomo pisa la cara de la Luna con el cohete incrustado en su ojo mientras se realiza un desfile. Y hasta aquí la película.

Fue la película más larga en su momento y la más cara, costando ₣10.000. Se tardó tres meses en realizarla. Los camarógrafos fueron Théophile Michault y Lucien Tainguy, que trabajaron como asalariados de la compañía de películas, Star. Además de su labor como fotógrafo, los operadores de Méliès también hicieron trabajos para la compañía tales como el escenario.

El Estudio de cine de Méliès, el  primero de la historia estrictamente cinematográfico, que había edificado en Montreuil sus Bois, Seine-Saint-Denis en 1897, fue un invernadero, como el edificio con paredes de cristal y un techo de cristal para permitir tanto la luz del sol como sea posible, un concepto utilizado por estudios fotográficos desde la década de 1860 en adelante.

A lo largo de su carrera en el cine, Méliès trabajó con un horario estricto de planificación de películas por la mañana, filmando escenas durante las horas del día, atendiendo al laboratorio de la película y marchando por la tarde al Théâtre Robert-Houdin para asistir a su espectáculo.

Según relató posteriormente Méliès, gran parte del costo inusual de "Un viaje a la luna" fue debido a los paisajes mecánicos y los trajes selenitas que fueron hechas para la película usando cartón y lona. Méliès realizó piezas en terracota, cabezas y pies y luego creó moldes de yeso para las máscaras.

Muchos de los efectos especiales en un viaje a la luna, como en muchas otras películas de Méliès, fueron creadas mediante la técnica de parado (también conocida como sustitución de empalme), en el cual el operador de cámara dejó de filmar lo suficiente para que algo en la pantalla para ser modificado, añadido o quitado. Méliès como relata en sus Memorias cuenta como encontró casualmente esta técnica "Un día estaba tomando vistas en la plaza de la öpera, cuando se me bloqueó la cámara... En el breve intervalo transcurrido entre la toma de las vistas y su reanudación, los transeuntes y los vehículos habían cambiado. Al proyectar la película imprsionada, vi que un omnibus se habían transformado en un coche fúnebre; los hombres en mujeres, y viceversa. Acababa de descubrir el truco de las sustituciones ( o las transformaciones). Gracias a este sencillo artificio empecé a realizar las primeras fantasías cinematográficas..." Más tarde y con el "Voyage" siguió con esa misma táctica , aunque más perfecionada, pues cuidadosamente empalmaba los disparos resultantes para crear efectos aparentemente mágicos, como la transformación de los paraguas en setas o la desaparición de los selenitas con el humo. Como afirma Manuel Villegas López en sus  obra "El esplendor del cine francés" (Volumen X) Méliès introduce una segunda fase en la historia del cine - la primera es la de los Lumière- caracterizada por la fantasía y por su carácter universal.

El uso de efectos especiales en la película llevó a decir a Barbara Creed, que "el viaje a la luna es pura fantasía en lugar de un evento científico" y como dijo Guillermo Cabrera Infante en su obra "Cine o Sardina"  convirtió definitivamente a Méliès el "primer mago, el primer cineasta, el primero que convocó a la fantasía dejando atrás a esos hermanos Lumière(...)". El primero que dijo , según el crítico de cine premiado con el  Cervantes,  "La aventura comienza". 

Le Voyage dans la Lune es un icono del cine. Es, en cierto modo, el primer filme de ciencia ficción de la historia del cine; y la imagen de la cara de la Luna recibiendo el impacto de un cohete espacial disparado por una bala de cañón es uno de los planos más conocidos de la historia del cine. 

Volviendo al escritor cubano para "Méliès sólo haría la posibilidad de  viajar: los primrs hmbres en el espacio  exterior y el cohete disparado que iría a herir a la luna mirando la noche, invenciones que no sólo hacen posible no sólo el cine sino el tránsito maravilloso".

Inspirándose en Mélies, Segundo de Chomón lanzó al cine su filme Excursión a la Luna, muy pocos años después, película vista y comentada aquí. Igualmente Martin Scorsese en , La invención de Hugo (2011), rinde un sentido homenaje a la imagen de la luna herida. Parece demostrarse con ello que la obra de este selenita o lunático francés superó el espectáculo de la barraca. Es más, llegó a ser , lo es, el séptimo arte. ¿O es a día de hoy el primero?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario